Con eucaristías de celebración para agradecer los diecinueve años de existencia, el Colegio Bicentenario Padre Alberto Hurtado inició las actividades de conmemoración de un nuevo aniversario. La misa, efectuada el lunes 09 de mayo a las 09:00 horas en la Iglesia Catedral, fue celebrada por el capellán del colegio, padre Eduardo Mendoza y contó con la participación del coro litúrgico de estudiantes, los acólitos pertenecientes al establecimiento, funcionarios, docentes y alumnos de 6° Básico a IV° Medio.
En la ocasión se agradecieron los 19 años de esfuerzo, entrega, amor y compromiso, además se rogó a Dios por continuar creciendo como personas de excelencia, acompañadas con el amor de Cristo, promoviendo el reino de justicia, de amor y de paz. Asimismo, se elevó una oración por nuestra comunidad, para que siga el ejemplo y sabiduría del Padre Hurtado, por los estudiantes y sus familias para que sepan reconocer el rostro de Jesús y por todos los integrantes de la familia hurtadiana para que haga del servicio solidario un modo de construir el Chile del mañana.
Las ofrendas llevadas al altar por un grupo de estudiantes y algunos docentes, representaron los sellos educativos del colegio: la solidaridad, valor eucarístico inspirado en la figura de San Alberto; la calidad educativa, evidenciada en la formación académica; los valores cristiano-católicos y el ser un colegio integrador e inclusivo.
Para finalizar el padre Eduardo invitó a los presentes a expresar acciones de gracia por los 19 años de existencia del colegio, tiempo que se ha mantenido al servicio de la comunidad, acogiendo animado a todos sus estudiantes a vivir los valores que el Padre Hurtado predicó intensamente.
Liturgia en el gimnasio
Más tarde, a las 10:30 de la mañana en el gimnasio del Colegio, los más pequeños de Kínder a 2° Básico, participaron en una liturgia acompañados por sus compañeros más grandes de III° y IV° Medio. La actividad replicó lo realizado en la Catedral, con la diferencia que, entre todos los presentes entonaron a viva voz el Cumpleaños Feliz para el establecimiento. La liturgia finalizó como una fiesta, con los asistentes entonando y aplaudiendo canciones de celebración por este nuevo año de existencia.