Nuestros niños de Kínder y Pre kínder recibieron este lunes 18 de abril una grata sorpresa. La visita del Conejito de Pascua quien vino a compartir con los más chiquititos la curiosa leyenda que cuenta que, cuando entró Jesús en el sepulcro que les había dado José de Arimatea, había dentro de la cueva un conejo escondido que se quedó ahí viendo el cuerpo de Jesús cuando pusieron la piedra que cerraba la entrada y lo veía y lo veía preguntándose quién sería ese Señor a quien querían tanto todas las personas.
Así pasó mucho rato viéndolo; pasó todo el día y toda una noche, cuando de repente el conejito vio algo sorprendente: Jesús se levantó y dobló las sábanas con las que lo habían envuelto. Un ángel quitó la piedra que tapaba la entrada y Jesús salió de la cueva ¡más vivo que nunca!
El conejo comprendió que Jesús era el Hijo de Dios y decidió que tenía que avisar a todo el mundo y a todas las personas que lloraban, que ya no tenían que estar tristes porque Jesús había resucitado. Como los conejos no pueden hablar, se le ocurrió que si les llevaba un huevo pintado, ellos entenderían el mensaje de vida y alegría, y así lo hizo. Desde entonces, cuenta la leyenda que, el conejo sale cada Domingo de Pascua a dejar huevos de colores en todas las casas para recordar al mundo que Jesús resucitó y hay que vivir alegres.
Luego de narrar esta leyenda, el Conejito de Pascua se quedó compartiendo con los niños de cada una de los cursos, además de repartir los acostumbrados huevos de chocolate.